
Probablemente Singapur ha sido el país
más exitoso del mundo durante los últimos 50 años. Hoy tiene el mejor estándar
de vida del planeta, funcionarios públicos del mejor nivel (seleccionados
meritocráticamente) un reconocido Estado de Derecho, los menores niveles de
corrupción en el mundo y un sector privado innovador y pujante.
Teléfonos inteligentes, autos
inteligentes, ciudades inteligentes... La etiqueta de “smart”
("inteligente") se ve en una gama cada vez más amplia de la vida
contemporánea. Esta es la tendencia a futuro que denotará qué países mejorarán
y cuáles se quedarán atrapados en el pasado. Singapur busca innovar y ser
disruptivo constantemente a pesar de ser uno de los países más exitosos del
planeta. Ahora está en busca de algo totalmente nuevo para sus segundos 50 años
de vida: ser la "nación inteligente".
Lee Kuan Yew dirigió un Estado bastante
autoritario, pero además de alcanzar éxitos económicos y sociales
espectaculares, Singapur logró ser uno de los países más ordenados y con menos
corrupción del mundo. Uno de sus desarrollos más importantes ha sido el
establecimiento de la meritocracia entre los funcionarios públicos.
Singapur también es uno de los países
más impolutos y ordenados de Asia. Hasta hace poco el chicle estaba prohibido,
así como fumar en la vía pública fuera de las zonas habilitadas para ello.
Cruzar la calle por fuera del paso peatonal lleva sanción, al igual que comer
en el metro. Con tantas exigencias, multas y órdenes, no es de extrañar que
esta sea hoy una ciudad modelo. Los diferentes barrios que la componen: indio,
árabe o chino, demuestran que no sólo ya no hay tensión racial, sino que esta
pequeña ciudad asiática ha resurgido gracias a la mezcla de culturas y una
dedicación al trabajo.
Singapur es, para usar una palabra que
sus líderes favorecen, un lugar "excepcional": la única ciudad – estado
que funciona plenamente en el mundo; un verdadero centro mundial del comercio,
finanzas, transporte y viajes; y el único entre los países más ricos del mundo
que nunca ha cambiado a su partido gobernante. En su reunión del 1 de mayo, su
primer ministro Lee Hsien Loong afirmó que "para sobrevivir hay que ser
excepcional", sin embargo también es importante hacer notar que el mayor
peligro que enfrenta Singapur puede ser la complacencia –la creencia de que las
políticas que han tenido tanto éxito durante tanto tiempo– pueden ayudarlo a
negociar un nuevo mundo.
Funcionarios públicos trabajemos
entonces para ser excepcionales, sólo así nuestra vida útil estará segura en un
Estado que poco a poco se está tornando eficiente, meritocrático y por qué no
SMART.
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