sábado, junio 17, 2017

SERENDIPITY (SERENDIPIA)


Recientemente asistí a una webinar sobre calidad del empleo de las mujeres dictada por la Dra. Beatrice Avolio.  En este evento escuché por primera vez en mi vida la palabra "Serendipity" o serendipia en español y me propuse averiguar qué significa realmente esta palabra.

Se conoce como SERENDIPIA al descubrimiento o hallazgo realizado por accidente, casualidad, inesperado y afortunado, de cosas que no se están buscando ni investigando, pero que son la solución para otro problema que se tenía.

Como tal, la serendipia puede ser vista como la habilidad que posee un individuo de encontrar constantemente cosas por azar aunque no tenga relación en lo que se busca, es productivo para la solución de otros problemas.

El concepto serendipia, viene a decir que a veces, los más curiosos e increíbles descubrimientos se pueden llegar a hacer de casualidad, que un hecho afortunado puede dar lugar o desencadenar un acontecimiento dichoso y que surge sin buscarlo. Una combinación de eventos que de forma individual no se considerarían especialmente beneficiosos, pero que al ocurrir juntos en un momento determinado producen un resultado excepcional… en resumen “accidente afortunado”.

En ocasiones se he llegado a usar la palabra serendipia como sinónimo de suerte, encontrar una cosa cuando se trataba de buscar otra diferente gracias a la observación (sobre todo en lo concerniente a hechos científicos). De hecho podríamos afirmar que es algo así como el antónimo de la Ley de Murphy, aquella que afirma que si algo puede salir mal, saldrá mal.  Pues Serendipity sería algo así como el hecho contrario; si hay una cosa que puede salir bien, sin esperarlo saldra bien.

Hay dos tipos de serendipity. La primera es en aquella en la que no se espera, en forma alguna, hacer un descubrimiento. La segunda es en aquella en la que se espera hacer un descubrimiento, aunque se tenga infinidades de fallos, pero desconociendo su razón, propiedades científicas, utilidad, cualidad de mercadeable, aplicaciones, puesta en la práctica, etc.

La historia está llena de descubrimientos serendípicos, es decir, que la serendipia nos conduce a resultados importantes.

Las fases del proceso podrían ser las siguientes:

·           Existe un problema
·           Existe un sujeto con el problema
·           El sujeto está buscando una solución
·           El sujeto encuentra la solución por accidente

Pero esto nos conduce a una segunda cuestión: ¿cómo sabe el sujeto que eso que ha descubierto es la solución? Aquí intervienen muchos factores, pero, por encima de todo, existe sagacidad e intuición. El sujeto busca algo específico que encaje en el problema como una llave en una cerradura. Esto supone que debe estar atento y alerta, y que además sabe perfectamente qué falta, y lo espera.

Por eso, la serendipia no es un accidente, no es una casualidad, ni tampoco buena suerte, pero lo parece. Para quien está fuera del problema, llegar a la solución es fruto del azar, un regalo de los dioses. Quien está en el problema, en cambio, está atento, tenso, para cazar la respuesta al vuelo cuando se le presente, y en este caso, llegar a la solución no es una casualidad. La serendipia no es magia, pero en el proceso serendípico interviene la magia porque la solución surge de modo inesperado y del rincón más oculto de nuestro ser.

A continuación algunos descubrimientos asombrosos por serendipia:


§    Arquímedes se introdujo en una bañera y observó cómo su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido. Así descubrió el principio de Arquímedes y salió desnudo a la calle gritando: ¡Eureka!
§   Dicen que Cristóbal Colón descubrió América en 1492 buscando las Indias, y es por eso que llamó a los nativos de América, indios o indígenas.
§   Los médicos descubrieron la viagra por las investigaciones que realizaron con el fármaco citrato de sildenafio para el control de la hipertensión, y descubrieron que el mismo causaban erección en los pacientes por lo que combatía con la disfunción eréctil.
§   Morgan Robertson escribió un libro en 1898 llamado “Futility or The Wreck of the Titan” donde narra el naufragio de un transatlántico llamado Titán, y 14 años después el Titanic sufre un naufragio con muchas coincidencias asombrosas. Por ejemplo, el nombre de los dos barcos son parecidos (Titán y Titanic), sus dimensiones son similares (243 y 268 metros de eslora, 75000 y 66000 toneladas); estaban equipados con tres hélices y dos mástiles; se hundieron en su viaje inaugural en abril chocando con un iceberg en el Atlántico Norte a 400 millas de distancia de la isla de Terranova en New York (uno a una velocidad de 25 nudos y otro a 22,5 nudos); tenían pocos botes salvavidas (24 y 20) ("tan pocos como la ley lo estime"), menos de la mitad del número requerido para la capacidad total de pasajeros, que era 2.223 en los dos casos; la mayor parte de las personas fallecidas eran multimillonarios y más de la mitad de los pasajeros murieron gritando ayuda; zarparon desde Southampton, Inglaterra, en el mismo mes, abril; los capitanes tenían el mismo apellido (Smith); y los dos fueron considerados "insumergibles".
§   Muchos habían intentado crear una tabla periódica para ordenar los elementos, pero conseguirlo parecía una utopía, pues los elementos tenían propiedades muy diferentes. Sólo alguien con una inspiración fértil y con el valor para desafiar el saber convencional iba a resolverlo: Dmitry Mendeleyev, un siberiano que quería que la ciencia se pusiese al servicio del mundo. Él intuía que existía un lazo de unión entre los elementos; por eso, hizo 63 cartas, una por elemento, donde se incluían sus propiedades y su peso atómico (entonces solo se conocían 63 elementos), e intentaba ordenarlos continuamente. Un día, en sueños, le vino la solución, y al despertar, empezó a ordenarlos. Así, distribuyó los elementos en siete grupos (precisamente usó el siete como número de ordenación natural: siete planos, siete notas, siete colores del arco iris…). Él no había hecho ningún experimento, pero su ingenio era tal que sabía que su tabla periódica no era perfecta porque faltaban elementos por descubrir, Así describió las propiedades de tres elementos aún no descubiertos, para los que dejó un hueco concreto en la tabla. Años después, todas sus predicciones se hicieron realidad, pues tres elementos fueron descubiertos y estos cumplían al pie de la letra lo vaticinado por él.
§   Daguerré quería conseguir fijar una imagen fotográfica con la máxima nitidez posible, pero con ninguno de los productos que había experimentado había tenido éxito.  Un día guardó varias placas con las que había estado experimentando en un armario, y, cuando días después las sacó, vio que en ellas la imagen aparecía clara. Este había sido el accidente, pero el descubrimiento procede de la sagacidad de Daguerré al concluir que alguno de los compuestos químicos del armario era el causante. El mercurio de un termómetro se derramó, y el vapor de mercurio había causado el milagro, convirtiendo a Daguerré en el pionero de la fotografía. Él dijo: “la buena fortuna me llevó a ello”.
§   Charles Goodyear estaba decidido a fabricar caucho sintético resistente a los cambios bruscos de temperatura. Tras muchos intentos, completamente obsesionado con hallar la solución, se le ocurrió mezclar azufre con el caucho que accidentalmente cayó sobre una cocina caliente, y, para su sorpresa, no se fundió sino que se carbonizó lentamente como si fuese cuero. Goodyear comprendió inmediatamente el significado de este accidente. A este proceso de añadir azufre al caucho lo llamó “vulcanización” (en honor al dios Vulcano).
§   Kekulé llevaba mucho tiempo intentando encontrar la estructura satisfactoria para la molécula de benceno. En sus memorias, cuenta que la solución le vino al quedarse dormido en el autobús: “comencé a soñar con átomos que se agitaban y chocaban entre ellos formando una cadena. Luego, varios átomos se unieron formando una serpiente que se mordía su propia cola y giraba velozmente”. Kekulé se despertó, y lo tuvo claro: el benceno tenía que ser un compuesto cíclico de seis átomos de carbono, algo que no se le había ocurrido a nadie.  Kekulé, refiriéndose a su feliz descubrimiento a través de sueños, dijo a sus colegas: “Aprendamos a dormir, caballeros; entonces, quizá, encontraremos la verdad. Pero cuidado con publicar nuestros sueños antes de que hayan sido evaluados por el entendimiento despierto”.

§   El ingeniero suizo George Mestral observó su chaqueta cubierta de esos pequeños cadillos llamados “arrancamoños”, tras un paseo por el campo. Al quitarlos de su abrigo y estudiarlos en el microscopio, descubrió que estos parásitos poseen numerosos ganchos dotados de una forma peculiar, que les hace adherirse muy eficientemente en otras superficies igualmente irregulares. Tras esto, se le ocurrió crear un sistema de cierre práctico basado en dicha estructura. Así surgió el cierre de velcro que hoy en día se usa en todas partes: ropa, calzado…

sábado, abril 22, 2017

¿LA PROCRASTINACIÓN: UN PROBLEMA MAYOR EN EL ESTADO?

Aunque parezca una mala palabra “procrastinar” es una palabra derivada del latín “procrastinare”: pro, adelante, y “crastinus”, referente al futuro.  Siendo así, procrastinar significa postergar o posponer; es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

Procrastinar se aplica a cualquier situación en la vida: Retrasar una visita al dentista o al gimnasio por ver una película o no arreglar la llave del baño aunque a fin de mes se vea incrementado el recibo de consumo.  Lamentablemente en las organizaciones, perder el tiempo, dejar de lado las responsabilidades propias del trabajo y no hacer las cosas por lo que recibes una remuneración cuesta y no sólo hablando de términos monetarios puesto que los retrasos evitables generan pérdidas de productividad, además de causar estragos emocionales. 

La procrastinación es un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para concluirla. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente. 

La procrastinación como síndrome que evade el responsabilizarse posponiendo tareas a realizar puede llevar al individuo a refugiarse en actividades ajenas a su cometido. La costumbre de posponer, si bien no se ha demostrado cabalmente, puede generar dependencia de diversos elementos externos, tales como navegar en Internet, leer libros, salir de compras, comer compulsivamente o dejarse absorber en exceso por la rutina laboral, entre otras, como pretexto para evadir alguna responsabilidad, acción o decisión.

Este problema de salud no necesariamente está ligado a la depresión o a la baja autoestima. El perfeccionismo extremo o el miedo al fracaso también son factores para posponer, como por ejemplo al no atender una llamada o una cita donde se espera llegar a una decisión.

La procrastinación, en particular, es un problema de autorregulación y de organización del tiempo. Su solución consistiría, entre otras cosas, en lograr una adecuada organización del tiempo, concentrándose en realizar las tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano. Quien pospone o procrastina una decisión, por no sentirse preparado -esperando que todo se resuelva por sí solo- suele aducir que lo hará después, con lo que está presentando, en el fondo, una conducta evasiva.

Encontré este video en YouTube que contiene información importante al respecto.


EL ENFOQUE MODERNO DE BARACK OBAMA


El enfoque moderno de Barack Obama ante las presiones de la vida presidencial sirve de guía sobre cómo manejar mejor el estrés y las responsabilidades en su día a día. Este artículo de LinkedIn extrae diez enseñanzas.

Viendo las fotos de Barack Obama practicando kitesurf en la isla privada del multimillonario Richard Branson en el Caribe, es evidente que pocas personas tendrán la oportunidad de vacacionar como el expresidente de Estados Unidos.

Pero al examinar los hábitos cotidianos que Obama desarrolló durante sus ocho años en uno de los entornos laborales más intensos del mundo, todos podemos aprender a trabajar como él.

Ya sea usted un profesional creativo, un empresario en crecimiento o un experimentado CEO, estudiar el enfoque moderno de Obama ante las presiones de la vida presidencial, le proporcionará información sobre cómo manejar mejor el estrés y las responsabilidades en su día a día, escribe Ryan Coonerty en su artículo publicado en LinkedIn.

1.   Ponga su cuerpo a trabajar. Obama comenzaba la mayoría de días de su mandato con 45 minutos en el gimnasio, alternando entre levantamiento de pesas y cardio. Era una manera de despejar su mente y prepararse para la larga jornada, especialmente luego que se alejó de la cafeína. Obama le dijo al periodista Michael Lewis: “Tienes que hacer ejercicio, o en algún momento vas a colapsar”.

Lección: Aunque no es necesario ejercitarse apenas uno despierte, todos debemos incorporar el ejercicio en nuestras vidas. Los estudios demuestran que este hábito ralentiza el envejecimiento y mejora la cognición, entre una serie de otros beneficios.

2.   Priorice las decisiones importantes.  Si revisa las fotos de Obama durante el transcurso de su presidencia, notará que usualmente lleva un traje azul o gris. Siguiendo los últimos descubrimientos de neurociencia, el expresidente de EE.UU. intentó sacar de sus prioridades todas las pequeñas decisiones que uno toma en el día a día (por ejemplo, qué vestir y comer) para evitar la “fatiga de tomar decisiones” y tener más energía para decidir sobre lo que es clave en la conducción de un país.

Lección: Forme hábitos y rutinas que eliminen las decisiones minúsculas e inconsecuentes de su cabeza, para así poder concentrarse en lo importante.

3.   Comprenda cómo piensa usted y los demás.  Obama recomendó leer el libro de Daniel Kahneman sobre la toma de decisiones, Thinking Fast, and Slow, para entender mejor por qué y cómo la gente toma decisiones. En el libro, Kahneman, un psicólogo ganador del Premio Nobel, explica los pros y los contras entre seguir tu instinto (como George W. Bush) y pensar bien las cosas (como Obama).

Lección: Conocer sus prejuicios y enfoques le permite tomar mejores decisiones y entender la mentalidad de sus competidores, socios y empleados.

4.   “Dividir” para sobrevivir.  Obama se convirtió en un maestro a la hora de dividir su tiempo y centrarse en el curso de su presidencia. No hay mejor ejemplo de esta habilidad que la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca en el 2011, donde, justo antes de que Obama se levantara para bromear sobre unos comentarios de Donald Trump, él acababa de ordenar la incursión para capturar a Osama Bin Laden.

Lección: Tenga la disciplina para dividir los desafíos y roles que usted necesita cumplir en su vida profesional.

5.   Busque consejos.  Obama es conocido por recurrir a expertos de una amplia gama de disciplinas, como Reid Hoffman, John Doerr y Malcolm Gladwell, quienes lo asesoraron sobre temas de gobierno y demás. Y aunque no todos tenemos la capacidad de tener reuniones con escritores famosos e inversores de riesgo, sí podemos consultar a nuestras redes para obtener diferentes perspectivas y estrategias.

Lección: Amplíe y nutra su red de contactos.

6.   Comunique las decisiones de forma clara.  Obama utilizó un sistema de memorándum con sus asistentes, en el que la mayoría de ellos tenía tres opciones: estar de acuerdo, en desacuerdo, o discutir el tema. Declarar de manera clara y concisa sobre cómo se sentía sobre cada tema permitió al expresidente comunicar sus decisiones a su personal con mayor eficacia.

Lección: Si usted tiene personas que dependen de sus decisiones, asegúrese de tener claro cuál es su decisión y cómo la comunica.

7.    Prepárese  y  sea  puntual.  A  diferencia de otros presidentes de EE.UU., rara vez hubo un memorando que pase por el escritorio de Obama sin ser leído. El asesor económico de Obama, Larry Summers, afirmó que si alguien tenía una reunión con el expresidente y le había enviado una nota, era seguro que Obama había leído y entendido el documento, y no le gustaba que el autor tratara de explicar el tema. Obama comenzaba y terminaba sus reuniones a tiempo.

Lección: El tiempo es su recurso más valioso. No pierda el suyo o el de los demás debido a una falta de disciplina y expectativas.

8.  Dedique tiempo a la familia.  Casi todas las noches durante su mandato presidencial, Obama se reunía con su familia a las 6:30 p.m. para cenar, a pesar de las crisis emergentes en todo el mundo. Obama se sentaba con sus hijas y la Primera Dama para saber cómo les fue en el día y relajarse.

Lección: Si el presidente puede hacer tiempo para su familia, también podemos el resto de nosotros.

9.   Enfóquese en su cliente.  Los buenos empresarios saben que la mejor manera de hacer evolucionar una empresa o un producto es no solo escuchar a su personal, sino, lo más importante, a los propios usuarios finales. Obama les pidió a sus asesores que busquen en su correo diez cartas que él leería cada día.

Lección: Conozca a sus clientes y desarrolle estrategias para asegurarse de escucharlos sin importar cuán alto sea su rango o posición.

10.  Busque un tiempo libre.  Tal vez sea de madrugada o entre tarde y noche cuando usted finalmente puede atender esas actividades acumuladas en su lista de tareas pendientes, pero para Obama, el autoproclamado “hombre nocturno”, las primeras horas del día eran su momento libre de distracción en uno de los salones de la Casa Blanca. Allí, él podía tomarse un tiempo para mejorar sus discursos, mirar ESPN u otro pasatiempo. También comenzó a leer ciencia ficción e historia, lo que le dio perspectiva y un escape de la rutina diaria.

Lección: Encuentre tiempo todos los días para alejarse del trabajo, rejuvenecer y poner su mente en un espacio diferente.



jueves, enero 19, 2017

EL CONCEPTO SMART

Hace poco leí un artículo que me pareció interesante sobre cómo una decisión política, normas claras y hasta un tanto inflexibles, una buena educación y la actitud de un pueblo son los elementos que aseguran el éxito en los países.  Comparto la experiencia en Singapur, una realidad a la que todos deberíamos aspirar y un compromiso de todos los Funcionarios que laboramos en el Estado.

Probablemente Singapur ha sido el país más exitoso del mundo durante los últimos 50 años. Hoy tiene el mejor estándar de vida del planeta, funcionarios públicos del mejor nivel (seleccionados meritocráticamente) un reconocido Estado de Derecho, los menores niveles de corrupción en el mundo y un sector privado innovador y pujante.

Teléfonos inteligentes, autos inteligentes, ciudades inteligentes... La etiqueta de “smart” ("inteligente") se ve en una gama cada vez más amplia de la vida contemporánea. Esta es la tendencia a futuro que denotará qué países mejorarán y cuáles se quedarán atrapados en el pasado. Singapur busca innovar y ser disruptivo constantemente a pesar de ser uno de los países más exitosos del planeta. Ahora está en busca de algo totalmente nuevo para sus segundos 50 años de vida: ser la "nación inteligente".

Lee Kuan Yew dirigió un Estado bastante autoritario, pero además de alcanzar éxitos económicos y sociales espectaculares, Singapur logró ser uno de los países más ordenados y con menos corrupción del mundo. Uno de sus desarrollos más importantes ha sido el establecimiento de la meritocracia entre los funcionarios públicos.

Singapur también es uno de los países más impolutos y ordenados de Asia. Hasta hace poco el chicle estaba prohibido, así como fumar en la vía pública fuera de las zonas habilitadas para ello. Cruzar la calle por fuera del paso peatonal lleva sanción, al igual que comer en el metro. Con tantas exigencias, multas y órdenes, no es de extrañar que esta sea hoy una ciudad modelo. Los diferentes barrios que la componen: indio, árabe o chino, demuestran que no sólo ya no hay tensión racial, sino que esta pequeña ciudad asiática ha resurgido gracias a la mezcla de culturas y una dedicación al trabajo.

Singapur es, para usar una palabra que sus líderes favorecen, un lugar "excepcional": la única ciudad – estado que funciona plenamente en el mundo; un verdadero centro mundial del comercio, finanzas, transporte y viajes; y el único entre los países más ricos del mundo que nunca ha cambiado a su partido gobernante. En su reunión del 1 de mayo, su primer ministro Lee Hsien Loong afirmó que "para sobrevivir hay que ser excepcional", sin embargo también es importante hacer notar que el mayor peligro que enfrenta Singapur puede ser la complacencia –la creencia de que las políticas que han tenido tanto éxito durante tanto tiempo– pueden ayudarlo a negociar un nuevo mundo.


Funcionarios públicos trabajemos entonces para ser excepcionales, sólo así nuestra vida útil estará segura en un Estado que poco a poco se está tornando eficiente, meritocrático y por qué no SMART.