Un estudio elaborado por los investigadores Chandan Jha de Le Moyne College y Sudipta Sarangi de Virginia Techa y publicado en el Journal of Economic Behavior & Organization concluyó que las mujeres tienen un impacto causal y negativo sobre la corrupción solo cuando se desempeñan en política.
Entre sus hallazgos, se tiene que la presencia de las mujeres en los gobiernos locales se relacionó negativamente con los sobornos en un análisis de 17 países europeos. Este estudio también proveyó evidencia de que la relación entre el género y la corrupción no se debe a las diferencias de género en el estatus social, sugiriendo que es poco probable que los indices de corrupción incrementen cuando las mujeres obtienen un estatus social alto.
En este estudio se examinaron los roles que cumplen las mujeres y su impacto sobre la corrupción en el campo laboral femenino: Puestos de oficina, cargos ejecutivos y gerenciales y en la política. El estudio encontró que la presencia femenina en cargos políticos no está asociada significativamente con la corrupción, concluyéndose que a través de la política las mujeres podrían reducir la corrupción.
En un análisis comparativo de más de 125 países, se encontró que la corrupción era menor en países en los que había más participación parlamentaria de las mujeres. La relación es sólida con la inclusión de varias otras variables de control, como factores económicos, culturales e institucionales.
Las implicaciones políticas del estudio apuntan a la necesidad de promover la igualdad de género en general y promover la presencia de las mujeres en la política en particular. Investigaciones previas han establecido que una mayor presencia de mujeres en el gobierno se asocia con mejores resultados en educación y salud. Las autoras sostienen que si bien la relación género - corrupción ha sido estudiada antes, los estudios previos sufrieron la crítica de que la relación entre la representación de las mujeres en el gobierno y la corrupción no se demostró como causal.
Pero estos resultados no significan necesariamente que las mujeres son inherentemente menos corruptas. Si las mujeres fueran de hecho menos corruptas, debería haber una correlación negativa significativa entre todas estas medidas de la participación femenina y la corrupción.
Para pensar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario